Hay emociones que sabotean al corazón,
explicaciones que son deudas
y nos trasladan a la hondura,
a territorios dolorosos,
escarpados, sinuosos,
por donde no queremos
nuevamente desfilar,
porque revuelven la angustia,
reclaman respuestas,
remueven una paz aparente,
porque no existe el olvido,
porque el perdón está ausente
y la memoria no da pausa.
Inicio mi blog en 2005. En el está contenida gran parte de mi poesía. Lo que me resta por vivir bien pueden ser unos 25 años, quizás más, quizás menos. Estoy en un período en el cual se capitaliza la experiencia.
27.6.17
Sabotaje
Ausencia
Mientras leo poemas de Teillier
en un día gris de fina llovizna,
añoro a mi gato Morrisey.
Ya no hay ronroneos
ni razguños en mis brazos.
Hay un vacío de tibieza,
no hay sigilo por las noches,
sus maullidos son ausencia,
y las mañanas más sombrías.
Extraño su andar pausado
por el pasillo de la casa
observarlo lamiéndose el pelaje
en su baño ancestral y rutinario.
Los meses van pasando
la soledad ocupa su espacio
soy la viuda triste que quedó
al morir mi gato amado.
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