Mi aldea está vacía
hay un paisaje desolado
por donde nadie camina.
Un río atraviesa mi corazón para darle vida,
algunos árboles hablan de mis contados amores,
un cielo celeste para mis ojos,
algunos påjaros,
una nada que hay que llenar
a como dé lugar,
para no morirse,
para no volarse literalmente
la tapa de los sesos.
3 comentarios:
Un excelente poema. Leyendo desde una perspectiva muy cercana puedo ver que cada una de sus metáforas son un disparo certero.
Un fuerte abrazo, Mónica.
Paso a visitarte.... a disfrutar de tus letras...de tus emociones... y a dejarte un fuerte abrazo!!!
Gracias Mariluz
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