No sé nadar,
pero en mis sueños soy,
una espléndida sirena,
una Esther Williams
que fluye como parte del agua,
ingrávida y aterciopelada,
como un barquito de papel,
feliz y soberana,
tan asombrada al despertar
que confundo la fantasía con la realidad.
Obra de Joaquín Sorolla
3 comentarios:
muy hermoso !
Gracias Tati.Saludos
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