22.11.07

Qué suerte de rastros


Este poema es un salvavidas para las intensas emociones que tocan los corazones y que muchas veces se asemejan a un volcán que esta pronto a iniciar una erupción.








Qué suerte de rastros


Qué suerte de rastros
Rostros, hallazgos en la memoria
Clausurados muchas veces
Por miedo o por olvido
Por candados o cadenas psicológicas
Como para no aventar
Nuevamente el fuego, dolor callado
Suave tumba, impalpable
Pero como el aire presente
Como para no claudicar
En la aparente firmeza de mi alma
Como cubriendo aguas estancadas
Con nenúfares y flores de loto
Como para exponer al mundo
Una fachada respetable y serena
Cuando el volcán
Podría reactivarse y lanzar
Humo y lava por la boca.
Y como en boca cerrada
No entran moscas
Ni emergen palabras
Por eso
Lo que pienso,
Siento o descifro
Fieramente
Lo escribo.