31.3.09

Atalaya



















La confianza se aprende, el entorno puede o no proveértela. La necesidad de generarse mecanismos de defensa, es propia de los seres humanos. Estos mecanismos nos ayudan a reforzar nuestros aspectos vulnerables, nos ayudan a protegernos de posibles heridas. Este poema tiene que ver con eso.




Desde mi atalaya


Cuando nací
Las aves divagaban en el cielo
Un puñal de luz
Rasgaba la dulce tierra
Agonizaban las pisadas sobre el asfalto
La luna andaba de jolgorio
Los agoreros del mal
Emigraban hacia otras latitudes
Mi madre de vigilia
Cautelaba mis suspiros
Los astros se daban favorables
Pero algo falló
Y más de algunas tinieblas
Hicieron nido en mi cuna
Parecía tan simple equivocarse
Y yo no estaba preparada
Mis primeras letras
Llegaron de la mano del silabario
Y cogí temores
No fui capaz de defenderme
Vulnerable fue la palabra
Que me vistió en adelante
Las hojas tiernas de mi infancia
Se bañaron de culpas
Y tuve miedo
El aire se me hizo irrespirable
Tragué saliva
Viví bochornos
Armé corazas
Me puse en guardia
En adelante actué en defensa
Como si los dioses
No me hubieran favorecido
Y la luna no fuera mi cómplice
Armé mi atalaya
Y me dediqué a fabricar municiones
Para siempre guarecerme
De los peligros del entorno
De los ataques sorpresivos
De este harapiento universo
Que no me ofrecía garantías
Ni me daba credenciales
Para deambular confiada
Por la calles de la vida.

13.3.09

Cercana al alma

























Los estados de ánimo nutren los poemas que escribimos.Pueden estar impregnados de intensas o serenas emociones.El corazón las gobierna y les imprime la intensidad propia de las vivencias del momento.Así es nomás.






Cercana al alma


Cercana al alma está
La quietud singular de los peces
El suicidio ritual
De grisáceas polillas
La mano muerta
Posada sobre la cama
La muñeca fisurada
Por el haz de luz
El ser o la nada
La sombra persistente
Del olmo en la pared de la casa
El tic tac ceremonial
Del gallo suplantado
La lluvia sigilosa que cae
Sobre la techumbre de hojalata
El sueño de morir flotando
Sobre el mar de madrugada
La vida o la muerte
La pereza y la desidia
Que se mecen ociosas
Cuando comienza el alba.