27.11.09

Dónde

























Estas interrogantes surgieron una noche antes de conciliar el sueño.



Dónde



I

Dónde guardaré la lluvia
Aquella que mojó mi infancia
Las estrellas que felices alumbraron
Mis sueños, mis angustias
En qué baúl se cobijarán
Las noches que insomne viví
Junto al fogón de mis pasiones
Esperando tus señales
Apegada al cristal de mi ventana
Soñando caricias y goces
Alimentada de dulce esperanza.

II

Dónde pondré las mañanas
Que me vistieron de prístina luz tornasolada
Paso a paso en el candor y la inocencia
De niña solitaria
Aquella que jugó con la muñeca
La que albergó ademanes
Y vistió de atuendos un anhelo
Un deseo ancestral
Un anticipo
Una forma de representar la vida
De ensayar los pasos venideros.

III

Dónde quedarán los huesos
Amarillentos y gastados
De antecesores y sucesores
La lápida de los sueños
Que arroparon mis pasos
Cuando seguí la ruta
Que me indicó mi estrella
La brújula diligente
Y el mapa de mis anhelos
Cuando fui dueña y gobernanta
Del timón de mis desvelos.



IV

Dónde sepultaré los versos
Escritos con mis lágrimas
Los dolidos manuscritos
Que se fraguaron con rabia
Como caballos desbocados
Perseguidos por un rayo,
Sin un destino, sin una tregua
Sin una pausa
Como un relámpago perdido
En medio de este corazón
Irremediablemente siniestrado.

11.11.09

Yo quería que me hablaras



























Este poema hace referencia a uno de esos amores que no llegaron a feliz término,un amor que quedó en el camino en la larga línea del tiempo de la vida personal.Así fueron los hechos y solo queda este testimonio.





Yo quería que me hablaras


Yo quería que me hablaras
Con la dulce voz de las camelias
Aterciopelada voz de amor
Con susurros y suspiros
Con alados ademanes
Cadenciosas frases
Y sutiles adjetivos
Que brotasen de tu boca
Besos y pronombres personales
Tú y yo unidos en la lengua
Amortajados con un manto tembloroso
Dispuestos a vivir como siameses
A volar como bellas golondrinas
A usar el mismo oxígeno
Sin que nada más nos importara.
Sin embargo las cartas fueron otras
Yo no fui para ti, la reina de Saba
Ni tú Salomón, el rey que yo esperaba
Aparecieron cruces amargas
Y vientos desfavorables
Muchas piedras marcaron el camino
Ya nada fue del sueño forjado de esperanzas
Claudicamos, y la suerte ya está echada
Y hoy tiramos la carroza de la muerte
Con las cenizas de este amor idealizado.