1.12.12

Historia Compartida

Ciertamente la historia nos marcó
dejó pegado a nuestros huesos,
estrellas,
andanzas,
sueños de un mundo mejor,
en la inocencia
arriesgamos sin medir,
la piel,
los ojos,
la integridad y la calma,
seguimos caminando
directo hacia una meta,
aquella que murió
como mueren las polillas,
quemadas irremediablemente
por la fuerza del destino,
dejando mutilados los propósitos,
amigos muertos o dispersos,
desparramados a través del planeta
lejos de todo
de las íntimas raíces
sin mas arraigo
que la rabia y la terrible nostalgia.

2.11.12

Cielo y tierra






Han pasado mil soles,
espléndidas estrellas,
tantas lunas han pasado,
tú de pié esperando bajo el cielo
yo de pié esperando
desde el fondo de la tierra.

29.9.12

El silencio




¿Qué es el silencio

Si no un océano de distancia

Entre mi boca y tu boca

Tan callado que se vuelve insoportable

Y me deja frente a un acantilado

Donde un salto todo lo soluciona?


Yo no vine a callarme

Ni a dejar abandonados mis jirones

Aquellos que tu silencio me infringe

Esa especie de muerte diluida

Donde la nada es nada

Y tu voz es la ausencia

Que muerde sin pausa. 


Escasas razones 

Acepta el corazón atribulado

La herida empolla embriones

Donde tu voz no es voz

Apenas un recuerdo mustio

Un cilindro de aire

Que no salva al moribundo

Que apenas alcanza 

Para un último suspiro.



21.8.12

Punto final




Con cuarzos líquidos
despachó la pena
la rabia
el estupor
y las culpas.
Fue como un temblor inesperado
una ausencia de tibieza
una daga sigilosa
un estilete
un adiós sin esperanza
una forma de matar gentilmente
con buenos modales y costumbres
con escasos indicios o señales,
arrancar por los costados
como un ladrón inoportuno
llevando lo robado,
dispuesta la huida,
el escape sin retorno,
sin delito
tan inocente como si fuera
niño de pecho.

23.7.12

Katana de hielo




Seguramente
la soledad es una katana de hielo,
un vacío rotundo donde faltan tus ojos,
una ausencia que duele
como si hubieras muerto,
aplastado por un elefante
a los pies de la propia cruz.

Pero la letra va marcando
el camino pausado
lentamente hacia el crepúsculo,
al lugar donde nadie te espera,
solo tú y el vacío,
y acongojado como un viudo
desesperado como un ahogado,
avanzas tan triste,tan triste,
apenas sin fuerzas para seguir.

Al llegar la noche te preguntas
qué mano tocará tus sienes desoladas
qué atavíos vestirá la esperanza,
si es que existe,
si es que hay un porvenir,
acaso un ángel recoja tus despojos
y emprenda un nuevo rumbo
por dónde comenzar,
porque sin dioses ni maderos,
sin firmes fundamentos,
en medio del naufragio
la soledad pesa,
vaya que pesa más.






29.6.12

Cementerios solitarios



Hay cementerios solitarios
en donde los latidos son ausencias
un descanso de huesos apenas
una brisa sin pausa,
la quietud una estatua invisible
los pájaros un deseo
las flores marchitadas sin piedad
la muerte
ni corazones ni sangre
ni caricias ni respiros
un silencio ensordecido
una sonrisa, un anhelo,
mi madre callada
para siempre noche
y para siempre un recuerdo
una espada atravesada
el dolor una carroza
que se fue alejando
tan lenta y tan queda
como una vela que se apaga.

6.6.12

Mercado de esclavos




Arrastro mis huesos
como carreta desvencijada
por las mustias calles de Santiago,
evadiendo perros vagos
bicicletas  y sujetos angustiados
mientras cae la tarde como un anzuelo oxidado,
con olor a vida moribunda y hojas secas, 
largas filas de usuarios vadean
como serpientes las veredas,
portando lo injusto y lo inhumano
al borde de la pisadera de un bus,
más lateados y dormidos
tan inertes en sus almas,
más esclavos,
como dóciles vacunos 
a merced del sanguinario,
agotados de morir cada día
y resucitar cada mañana,
en un eterno retorno que no acaba
y que destila 
todo el hastío del mundo
y la rabia de no cortar el círculo. 

5.5.12

Antes de la muerte



Todo lo que me importa está antes de la muerte
los ojos encendidos del amor
la mano temblorosa que me toca
el libro abierto de la vida
los errores perdonables
las lentas pulsaciones de los sucesos
el hambre y las pasiones
el aire que circula
el agua que redime
las hojas del otoño
la fuerza de las cosas
el don de la palabra
la poesía que escribo
la música y el viento
la lluvia que me moja
el cántaro que contiene
el brazo que conforta
tantas lágrimas
mis muertos
mi hija tan amada
el dulzor de la papaya
la contradicción que me rige
la quietud y la calma
mis amores que dolieron
la soledad y el silencio
y en el centro de todo
la luz que me ilumina
cuando en medio de la angustia
recupero la esperanza.

6.4.12

Remolinos azules


El amor es más fuerte que el viento
la esperanza es más fuerte que el viento.
Hoy, los remolinos azules giran por ti
horadando los muros del silencio
restaurando lazos
hallando una forma de hablar
más allá de la vida
como para sentirte cerca
ahora que irremediablemente no estás.
Así sentiremos tus indelebles pasos
menos acongojados,
menos llorosos,
menos dolidos
más fuertes y sabios
ahora que no estás.

6.3.12

Por las calles de Ñuñoa






Por las calles de Ñuñoa
se arrastran seres ilusionados
a ratos decepcionados
con vitales contradicciones
angustiados por algo que no conocen,
mirando apenas los plátanos orientales
y a los ciclistas en las ciclovías,
perros vagos por allí,perros vagos más allá,
mareados por el rumor de los vehículos
pensando que tal vez Dios existe
que en el mejor de los casos
la vida puede sufrir un vuelco
y ganarse el Kino,
jugando a una vida que no es
tarareando cancioncillas populares
sintiendo pinchazos en el corazón
y suspirando a borbotones
como pequeños volcanes
en medio de semáforos y señaléticas.
Por las calles de Ñuñoa
se arrastra la tristeza
que unida a la nostalgia
conforman un perfecto maridaje
para tardes de otoño,
para viejos sentados en la plaza
viendo pasar el tiempo
como en un plasma
pero en blanco y negro
como una película de Ingrid Bergman
que está llegando a su final
esperando que alguien apriete la tecla
y se acabe la función.



10.2.12

Rosas negras










Las más elementales mentiras
decoraban como rosas negras
un diálogo tan intenso como infecundo,
el intento de comunicarse entre ambos,
la forma socavada de llegar a un destino
el que desdibujado irremediablemente se perdía.
Como dos exhaustos perros
ninguno soltaba el magro hueso
la concordia cada vez más se alejaba
quedando expuestos a un adiós
que olía a miedo inmanejable
y a  la muerte segura del amor.

10.1.12

Raíz cuadrada


La ficción se nutre de la realidad y la realidad se nutre de nuestras acciones.



Raíz cuadrada


La raíz cuadrada del amor
revela un café soñoliento
goteando en una taza sin oreja,
algo después de una noche de sexo infructuoso,
amor difícil,
áspero,
sin retorno,
precipitado hacia un final.
En la madrugada,
sigiloso,
él se desliza calle abajo,
arropado por un vacío existencial
más grande que la pena,
mientras ella queda
mirando casi ausente
la pared mortecina del dormitorio,
aquella que no le ofrece respuestas,
ni esperanzas,
solo el sabor desolado de la nada
y la triste ecuación de otro amor
que termina en cero.