1.12.12

Historia Compartida

Ciertamente la historia nos marcó
dejó pegado a nuestros huesos,
estrellas,
andanzas,
sueños de un mundo mejor,
en la inocencia
arriesgamos sin medir,
la piel,
los ojos,
la integridad y la calma,
seguimos caminando
directo hacia una meta,
aquella que murió
como mueren las polillas,
quemadas irremediablemente
por la fuerza del destino,
dejando mutilados los propósitos,
amigos muertos o dispersos,
desparramados a través del planeta
lejos de todo
de las íntimas raíces
sin mas arraigo
que la rabia y la terrible nostalgia.