19.12.08

Para que el árbol no muera


























Cuidar la naturaleza,es un deber y una obligación social,del presente y del futuro de los que la vivimos y de los que nos sobrevivirán.No podemos ir por la vida mirando hacia el lado,como diciendo,a quien le corresponde.Todos somos corresponsables de preservarla.Este poema lo escribí en relación a ésto.





Para que el árbol no muera




Para que el árbol no muera
Tendremos que exprimir
La última gota de rocío
De sudor
La lágrima viuda que queda
El cristal azulado de hielo eterno
Que luego deviene en río
La lluvia que cae indolente
Sobre la tierra
Que toca las raíces
Y canta una triste canción
Tañendo el aire
Como a un laúd lastimero.
Habrá que tener
Un propósito de salvataje
Una suerte de filantropía
O mecenazgo
Una suave y delicada misión
Una forma de creer
Que el árbol es sin duda
Nuestro último cilindro de oxígeno.

1.12.08

No somos dueños











Los dones que nos ofrece la naturaleza son provisorios,no nos pertenecen,están en calidad de usufructo,por lo tanto,no podemos hacer lo que se nos antoje con ellos, menos destruírlos.Este poema lo escribí motivada por eso.






No somos dueños



No somos dueños
Del trueno ni el relámpago
Ni de la luz difusa
Del sol en el ocaso
Apenas aprendices
O magos de pequeños trucos
En ausencia de un oficio
Más certero o menos vago.
No somos dueños
De la lluvia ni el granizo
Ni de la marca indeleble de los años
Del trazo firme
De la estepa o la pradera
De los glaciares
Del desierto o las fronteras.
No somos dueños
Del océano ni la arena
Ni del suspiro alado
Que emana de la tierra
Tampoco dueños
De las hojas y los árboles
Aquellos que se mecen
Armoniosos y amigables
Al compás del viento
Que baila en el espacio.

No somos dueños
No,no somos dueños
Ni siquiera estamos
En calidad de arrendatarios.