30.4.09

Cae la noche sobre Santiago



















La noche puede ser cómplice de nuestros sentimientos y transportarnos a través de tiempos pretéritos y hacernos tomar conciencia que nuestros antepasados también compartieron este mismo paisaje en el cual nos cobijamos.Este poema surgió una noche en que se divisaban algunas estrellas,aquellas sobrevivientes.







Cae la noche


Cae la noche sobre Santiago
Me conmueven las estrellas
Y una lágrima huérfana
Rueda sobre el bisel de la ventana
Las luciérnagas apenas se divisan
En medio de las tinieblas
Un mundo sobrecogedor invita
A explorar las emociones
A viajar en medio de la nebulosa
Sobre un campo de algodones
A vivir mundos imaginarios
A vagar y divagar
A dejarnos envolver por los silencios
Como si hubiéramos muerto
Un aire sombrío y quieto
Una estela de estrellas mutiladas
Nos cubren sin tocarnos
El paisaje es un árbol navideño
Que alegra y a la vez entristece
Vagando por avenidas pobladas
De recuerdos y vestigios abandonados
Indago en la historia de los pueblos
Me asomo a épocas pretéritas
Donde el hombre es un niño
Que se nutre estirando la mano
Apenas parado en dos pies
Con un cerebro rudimentario
Con una mano prensil
Y una piedra como único apoyo
Apenas gregario en la soledad más honda
Sin mochilas ni exigencias culturales
Ataviado sólo con el instinto de existir
Sin metafísica, sin axiomas, sin teoremas
Sin más proyección que el próximo segundo
Ajeno a la angustia existencial
Ignorante de todo lo que no sea su bocado
Solo atento al insecto que le estorba
A la luz que lo encandila
Sin atuendos ni calzados
Es así como los hallazgos son
Los grandes espacios entre el principio y el hoy
Un océano de distancias temporales
Un baúl cargado de innumerables cosas
Con tanto bagaje que pesa
Con la pérdida de la gran simpleza
Cuando vivir puede aún ser un poema
Más que escribir poemas para poder vivir.