25.9.05

Nicanor Parra


He aqui un poema de Nicanor Parra que me interpreta bastante en lo global:


Considerad, muchachos,
Este gabán de fraile mendicante:
Soy profesor de un liceo obscuro,
He perdido la voz haciendo clases.
(Después de todo o nada
Hago cuarenta horas semanales)
.¿Qué les dice mi cara abofeteada?
¿Verdad que inspira lástima mirarme!
Y qué les sugieren estos zapatos de cura
Que envejecieron sin arte ni parte.
En materia de ojos, a tres metros

No reconozco ni a mi propia madre.
¿Qué me sucede? ¡Nada!
Me los he arruinado haciendo clases:
La mala luz, el sol,
La venenosa luna miserable.
Y todo para qué!
Para ganar un pan imperdonable
Duro como la cara del burgués
Y con olor y con sabor a sangre.
¡Para qué hemos nacido como hombres
Si nos dan una muerte de animales!
Por el exceso de trabajo, a veces

Veo formas extrañas en el aire,
Oigo carreras locas,
Risas, conversaciones criminales.
Observad estas manos
Y estas mejillas blancas de cadáver,
Estos escasos pelos que me quedan.
¡Estas negras arrugas infernales!
Sin embargo yo fui tal como ustedes,

joven lleno de bellos ideales,
Soñé fundiendo el cobre
Y limando las caras del diamante:
Aquí me tienen hoy
Detrás de este mesón inconfortable
Embrutecido por el sonsonete
De las quinientas horas semanales.

Durante 26 años me dedique a la docencia y gran parte de mi energia se consumio en la sala de clases. Tambien alguna vez fui joven e idealista y soñe cambiar el mundo. Mi aporte, estoy convencida, estuvo en la educacion y en generaciones de alumnos como los que aparecen junto a mi en la foto de arriba.


23.9.05

Mi abuelo Teodoro













Mi abuelo Teodoro


Oigo a Teodoro
Abuelo imperial
Acaso jeque o sultán
De las mil y una noches
Teodoro rumiante
A la hora de cenar
Sorbiendo pan remojado
En la hogareña sopa
Y con ausente dentadura.
Al atardecer
Cuando la nostalgia
Se adueña de la galería
Su oído esta dispuesto
Solo para La hora Palestina
En semi penumbras bebe
Una copa de Martini con limón
Y ella es su sola compañía
Lo demás es ausencia
Fruncido ceño
Reconcentrado
Para comprender los signos
El idioma de su patria.
Lejos queda su ciega hermana
Con los dedos vivos
Sobre un texto en braille
Acaso la madre
Acaso el padre
Habitan su adusto corazón
Endurecido corazón
Para no caer llorando
En brazos de Aurora
Igualmente tránsfuga
De tierra madre hispana.
Teodoro engendra hijos
Y regenta su reino
Con gestos guturales
Y silbantes maldiciones
Lee cartas ajenas
Que traslada del árabe al español
Para amigos nostálgicos
Para inmigrantes palestinos
Con lengua materna extraviada
Allí lee sentado
Para sostenerles la vida
Con palabras familiares
Venidas de tierras nazarenas
Con olor a pan ácimo
Arak del bueno
A dátiles maduros
A cordero tierno
Perfumado curry
Y verduras amargas.

Teodoro
Dios de bares
Y salones de baile
Del licor precioso de las viñas
Amante del comer silencioso
Junto a su bulliciosa familia
Empresario de la aventura
Y desconocidos parajes
Hoy eres epitafio y tumba
Loza y huesos carcomidos
Por el tiempo
Estela en la memoria
De una nieta casi abuela
Por edad y por semblante
Que derrama sus versos
A modo de homenaje
Como una forma sutil
De saldar la deuda
Con aquel que dio inicio
Al prefacio de esta novela.


Poema escrito por mi sobre mi abuelo materno llamado Teodoro Lama.

18.9.05

Los transplantados






















En esta foto aparezco junto a mis padres y hermanos en el año 1960 . Nos habiamos trasladado a vivir a Santiago desde Concepcion despues del terremoto que asolo a la zona. La Plaza Italia era el ombligo que unia la zona centro de la capital con el barrio Providencia.Alli se encontraba el cine Baquedano que fue epicentro motivacional de mi gusto por el cine. En este cine se podian ver 3 peliculas por el valor de una.Una de estas fue una pelicula protagonizada por Robert Mitchum y de la cual varios años despues se hizo un remake llamado Cabo de Miedo.
Cerca de la Plaza Italia estaba el Parque Forestal y el actual Parque Balmaceda en el cual se acaba de inaugurar la Fuente del Bicentenario.