31.5.09

El país de mis recuerdos
























En ocasiones me dirijo a mi pasado y me refugio en aquellos momentos que dejaron huella y han sido fuente de inspiración de este poema. En ellos están presentes mis abuelos, padres, tíos, hermanos y primos que conformaban un universo lleno de afectos, sensaciones y vivencias que me acompañarán por siempre.





El país de mis recuerdos



Cuando viajo
al país de mis recuerdos
me reúno con mis abuelos
junto al fogón de la cocina
con olores y sabores
que hoy no existen,
con mi abuela Aurora
regando las macetas,
con mi abuelo Teodoro
fumando y bebiendo su Cinzano
en la vieja galería,
con sus vidrios titilando
al vaivén del suave viento,
con la leña
y con la sombra
manchando las paredes,
la sopa diaria sobre el fuego,
el humo y el hollín
dejando estelas indelebles,
con un loro parlanchín
amenizando los atardeceres,
mientras tías y tíos
se disputan la tertulia.
Es allí donde cobijo
mis recuerdos y los afectos,
donde cruzo ríos y praderas
donde apaciento mis memorias
y me debato entre la vida
y también entre la muerte,
donde atrapo felicidad
y también atrapo penas,
porque en el país de mis recuerdos
vivir es imperioso,
amar es deseable
y los matices son condimentos
necesarios y reales.