18.11.08

Cosas en común











En determinadas situaciones,cuando uno de los integrantes de una familia presenta un problema de salud física o mental,obliga a ésta,a replantearse como grupo,a reorganizarse en aspectos de caráter práctico como así mismo en las relaciones socio-emocionales de todos ellos,de manera solidaria.Este poema surge en medio de una crisis y es real.







Cosas en común


Habrá que comprar cebollas
Y machacar algunos ajos
Para así condimentar la vida,
Comer de a tres
En forma equilibrada
Para que nada descompense
Cada instante en familia,
Cuidar el presupuesto
Porque el dinero no abunda,
Recordar las frutas y verduras
Como parte del menú esencial,
Y no olvidar que el cilantro
Es bueno pero no tanto,
Que la carne es animal muerto
Que los hidratos de carbono
También forman parte del enemigo
Y que el mejor amigo en este caso
Es el prodigioso carbonato de litio.

16 comentarios:

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Mónica...

Condimentar la vida, para alimentar el espíritu y superar las crisis familiares.

Muy buena reflexión y exelente poema, que me sale como anillo al dedo, para mi situación actual.

Un abrazo.

titiritera dijo...

¿carbonato de litio? ni idea Mónica, ya me contarás..me gustó mucho tu poema, además, comer en familia es lo mejor para seguir unidos. Besitos.

angela dijo...

Condimentar la comida,y el sacrificio por el resto de la familia es tan justo como acompañarla en momentos buenos porque el cariño también está en estos momentos.Un abrazo .Angela

Quercus dijo...

Es para mí un verdadero placer mental detenerme en la lectura de las vivencias que nos regalas en tu blog. A veces me gusta más el llamémosle “prólogo” en prosa y en otras el poema embellece o dramatiza (cosas de la poesía) lo expresado como introducción.
En este caso la conjunción me parece perfecta, creo que es difícil darle altura poética a una situación cotidiana (triste, pero común a tantas familias) con los elementos que utilizas. ¡Con qué sencilla dignidad apelas a la unión familiar y a la reconversión del menú adaptándolo a la nueva situación – recortar la ración de carne y de hidratos de carbono, aumentar la de frutas- pero sin prescindir de la alegría de los condimentos (el cilantro, los ajos…) y sin olvidarte de que habrá que recurrir al litio para controlar la depresión!
Así lo he interpretado yo y así lo he disfrutado.

Aristóteles dijo...

Un poema totalmente hogareño.

Dios bendiga nuestros hogares.

satira dijo...

uff no ala masacre de animales!!! jejeje no pude evitarlo

este poema es muy diferente a lo que he leido pero me gusto ese toque de calor

Belén Peralta dijo...

Excelente poema, querida Mónica, donde tras el sabor de las cosas entrañables, del hogar, aparece el salvador carbonato de litio que tanta falta hace en determinadas ocasiones.

Mucha suerte, Mónica, ánimo y que todo vaya bien (y que suba el ánimo y no haga falta nunca más ese litio). Un beso muy grande desde Cádiz, España.

B. :-)

Tito Manfred dijo...

Jeje, qué encantador eso de hacer una breve introducción antes del poema. Inusual.

Saludos,
Tito M.

Strigo dijo...

así es la vida mi querida Monic

entre vaivens y de tumbo en tumbo el litio toma su sitio con sigilo, calma el insomnio, hace palidecer las aguas de la triteza y aplaca la furia, equilibrando componentes como los que vos certeramente has señalado...

Un abrazo y un loa para las acertadas letras de tu poética

Luis y Mª Jesús dijo...

Comer en familia, bien aderezado con cebollita y ajo, seguro que aubirá los ánimos. Si hace falta una poco de carbonato de litio, pues ¡listo!.
Gracias por tu comentario. Isabel parece que va afrontando su papel de madre sola con alegría, la verdad es que cualquier problema puede superarse con el apoyo de la familia.
Me han encantado tus poemas
Un beso
María Jesús

Ángel Fondo dijo...

“Condimentar la vida”
Me gusta la frase, va directamente al meollo, y además añades que hay que compensar, cosa muy importante, tanto si hablamos de alimentación como de conseguir encontrar una manera idónea para vivir navegando entre pena o alegría, bonanza o crisis…
Sin duda, algunos nutrientes pueden ayudarnos a sobrellevar estados vivenciales especialmente delicados. Brindo por el ajo, el carbonato de litio y el cilanto, por ejemplo.

Un beso.

Strigo dijo...

...tus ilustraciones siempre son extraordinarias mi querida Mónica, me ha encantado esa imagen de los gajos de ajo y el repollo, es tan nitida, pero es yambien un mito y no hay tal de que los vampiros odiamos el ajo... jajaja lo único es por el aliento...


te invito a pasar y a conocer a una poeta argentina con muy buenas dotes

Besos y gracias

Omar Magrini dijo...

Mónica: muy bueno el blog! Un poema lleno de imágenes y sabores y olores que me llevan a la cocina de mi casa en Santa FE!!. No debe haber nada mejor que comer en familia un rico guiso lleno de verduras y por supuesto hecho con mucho amor.
Muchas gracias por pasar por el globo y la luna!
Un saludo y que tengas una muy buen atarde de viernes!
Omar

fgiucich dijo...

Las crisis familiares , la vida en si misma, no lleva plantear un montón de situacions nuevas, de caminos alternativos. Un poema reflexivo que obliga a pensar. Abrazos.

Unknown dijo...

Hola. Tenía una visita suya en mi blog hace un tiempo. Hoy me he dado el tiempo de revisar el suyo, está interesante.
Buscaré en la cocina el carbonato de litio, no sabía que era tan buen amigo!

Saludos,

Tesa Medina dijo...

No sé que ocurre en este mundo un poco desquiciado para que se pueble de bipolares, pero hace unos años no estaba ese termino en mi vocabulario y ahora lo tengo hasta en la lista de mis amistades y conocidos.

Suerte, como cuenta tu bello poema, que hay está la familia para ajustarse a las circustancias.

Besos, Mónica.