Aunque el cuerpo es una cárcel,
y azotan virus implacables,
aplaudo mis espacios de libertad,
los instantes de lectura
a solas con un libro,
con los pensamientos revoloteando,
somnolientos,
suspendidas las sorpresas,
un grifo goteando lágrimas,
delineando el tiempo,
el parlamento desquiciado
de intrusos loros argentinos,
una nube danzando sin permiso,
un rumor de perros agitados,
un organillero, un chinchinero,
anticipando de improviso la primavera,
todo aquello que inesperado
2 comentarios:
maravillosa tu nostalgia cuando escribes
Gracias por leerme
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