6.6.12

Mercado de esclavos




Arrastro mis huesos
como carreta desvencijada
por las mustias calles de Santiago,
evadiendo perros vagos
bicicletas  y sujetos angustiados
mientras cae la tarde como un anzuelo oxidado,
con olor a vida moribunda y hojas secas, 
largas filas de usuarios vadean
como serpientes las veredas,
portando lo injusto y lo inhumano
al borde de la pisadera de un bus,
más lateados y dormidos
tan inertes en sus almas,
más esclavos,
como dóciles vacunos 
a merced del sanguinario,
agotados de morir cada día
y resucitar cada mañana,
en un eterno retorno que no acaba
y que destila 
todo el hastío del mundo
y la rabia de no cortar el círculo. 

5 comentarios:

lichazul dijo...

tránsito vital, tránsito citadino, enlatados y apestando a diario vamos haciendo camino

así es , al cual, la vida de este Stgo atestado y a veces furioso

besitos y buen jueves Mónica

fgiucich dijo...

La moderna esclavitud. Muy bueno! Abrazos.

La abuela frescotona dijo...

tu escrito duele, por que es real para muchos, sufrir el desencanto del infortunio y el abuso de muchos, es un retrato de las grandes ciudades...
saludos querida amiga

Francisca Quintana Vega dijo...

Hermoso poema...aunque de triste tema,real, por desgracia.
Me gustaría ver un mundo sin desigualdades...pero me temo que es un imposible.
Un abrazo

Josefa dijo...

Hola Mónica: Precioso poema lleno de realidad.

En el blog de Josefa hay un poema para le esperanza que espera tu comentario.
Un beso querida amiga.